lunes, 18 de febrero de 2013

Ahora en Castellano



Con el tema de los museos ha surgido un debate acerca del acceso a los museos y los precios respecto a su finalidad.

El tema principal y el ejemplo más triste con el que contamos en Valencia (que aunque no sea valenciana, a veces ya me siento más valenciana que muchos otros) es el de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Éste espacio nace con la finalidad de que los usuarios que recibe sean turistas y personas que vienen de fuera aunque sea por trabajo. 

Es uno de los puntos más conocidos de la ciudad de Valencia. Pero la pregunta es… se sienten los valencianos orgullosos de éste complejo turístico? La verdad es que no. 

Las respuestas son varias. La primera es el precio de las entradas, simplemente es inaccesible para muchas personas, que aunque sean residentes y valencianos, no pueden acceder. 

Otra respuesta frecuente es la de que la Ciudad de Valencia se ha endeudado pagando a Calatrava por su trabajo, y que tampoco es gran cosa como se esperaba. Por ejemplo el estadio de tenis, que supuestamente tendría que abrirse, pero yo creo que es una cosa demasiado aparatosa. Da la sensación de que en un dibujo se puede hacer de todo, pero han querido más de lo que se podía. 

Y por último, también está la sensación colectiva de que la Ciudad de las Ciencias queda como un “pegote” dentro de lo que es para los valencianos la verdadera Valencia, que solía ser admirada por ser una ciudad antigua con rincones y maravillas de siglos atrás y la belleza de la sencillez. 

En general estoy de acuerdo con todo esto. Creo que la ciudad de Valencia es de las más superficiales de toda Europa y que simplemente no se bajan los precios por dar una imagen de prestigio, que los valencianos no se creen. Es todo falso. 

Si bajaran las entradas, la gente asistiría, participaría, disfrutaría, la recomendaría y sería un punto de interés para toda la Comunidad. Pero solamente una vez al año, en este febrero, los domingos de ese mes, las entradas cuestan 10 euros… y deberíamos estar agradecidos, aunque no lleguemos a conseguir las entradas y tengamos que hacer cola desde las 7 de la mañana para poder entrar.

Algo falla...

Hui parlem valencià




Aquesta setmana hem parlat acerca dels destinataris de les activitats i exposicions dels museus. Quan s’organitza una activitat cal tindre en compte les característiques dels usuaris per adaptar-ho a les seues necessitats. Com hem vist fins ara, no solament es tracta de colocar els objectes d’exposició, sino que hem de tindre en compte les instalacions, el temps de la visita, els espais, etc. 

Un dels principals grups  de visitants dels museus són les families

  •           La visita no ha de ser massa cansada
  •           L’objectiu principal ha de ser el d’entretindre i educar
  •           Serà necessari tindre espais per al descans
  •           Espais per a canviar als bebés
  •           Amb xiquets menuts, l’espai haurà de tindre una expansió física considerable
  •           Els expositors tindran una altura adequada per als xiquets.

Amb grups educatius:
  •           Els serveis han de ser suficients per als grans grups
  •           Els materials també han de ser suficients per als grups
  •           Els espais amplis
  •           Els professors necesiten informació i recomanacions per al treball en clase.

Amb persones dicapacitades :

  •  Dicapacitats visuals:
-   - Textos en braille, escrits amb lletra gran, cintes d’àudio…
- Tallers per a manipular els objectes, reproduccions de material termoformat, passamans a les escales, il.luminació intensa, esterilla de guía al sól per a indicar la ruta…
  •  Discapacitats auditives:
    - Informació sonora, presentación audiovisual amb subtítols…

  •  Discapacitats físiques:
-         - Barreres arquitectòniques…

Amb tot això concluïm en que l’exposició i el que vé l’espectador, no és ni un deu per cent del treball que s’ha de realitzar per a dur a terme una exposició siga qual siga l’objecte expossat. Crec que ningú havia pensat mai en totes aquestes coses i que son necessaries com animador socioculturals.